martes, 8 de mayo de 2007

Soneto CXXIII

Fotografía dunha pequena tenda que me deixou marabillada nunha das miñas visitas a París, hai oito anos, xa...





Unha vez alguén me dixo que na ignorancia vívese feliz, pero eu máis ben penso que o único que nos pode facer realmente felices é pasar pola vida tropezando, coñecendo e asumindo tódalas nosas limitacións e os nosos erros...

Aí deixo algo de Shakespeare...


Tiempo, no has de jactarte de mis cambios:
alzas con nuevo brío tus pirámides
y no son para mí nuevas ni extrañas
sino aspectos de formas anteriores.


Por ser corta la vida, nos sorprende
lo antiguo que reiteras e impones,
cual si fuera lo nuevo que deseamos
y si no conociéramos su historia.


Os desafío a tí y a tus anales;
no me asombran pasado ni presente,
pues tus anales y lo visto engañan
al transformarse mientras te apresuras.


Por mí, te juro que he de ser constante
a pesar de tu hoz y de tí mismo.


Non preciso dicir máis...

1 comentario:

Dragomira dijo...

He oído lo que hablaban los habladores, la fábula del principio y del fin.
Pero yo no hablo ni del principio ni del fin.
Nunca hubo más principio que ahora,
ni más juventud que ahora,
Ni habrá más perfección que ahora,
Ni más infierno ni cielo que ahora.
Impulso, impulso, impulso,
Siempre el impulso, generador del mundo.
W.W.